de vuelta al semejante.

11 de marzo de 2010. Analizo a todo aquel semejante que posee, que convierte íntimo una quimera. Comparto conmiseración con todo aquel que anhela estar en un lugar pero, no logra llegar. Me suspendo en todo semejante que afianza amor y es correspondido -sumergidos en los brazos del uno al otro, cuando se sienten tan holgados y seguros en sus hombros, cuando sienten que se altera el orden al poder arrullar el mar, pero verdaderamente es su mano sumergida en su pelo-. Admiro con grandeza a todo el que busca una identidad, indefinida aún, esa búsqueda de un nicho en un mundo inmenso pero tan, tan limitado. Aprendo a codiciar a todo el que tiene razón para levantarse todas las mañanas y que al final del día sienta deseo de levantarse nuevamente porque como mencionado, alguien o algo te espera, te llena…te aviva.


P.D.: Reconoces lo que es belleza cuando contemplas detenidamente y tu pupíla se siente en calma, a gusto.