Tranquilo Sosiego.

27 de febrero de 2010. Pasó un intervalo no muy extenso desde la última crónica, pero esto no ha intervenido en la progresión del diario, les aseguro. Aún sigo sumergido en un mundo inexplicable donde vuela el superficialismo y domina la complacencia: todo me parece estable, pero será esa la realidad o solo me arrebujo en el caos. No quiero prendarlos de vocifero, por lo tanto prosigo a lo que quizás, solo quizás, les cautiva. Están invitados a sugestionar.


El semblante del diario cambia cada vez que estoy en un tedioso trance escuchando al profesor que corresponde en el día especifico dar su curso. El semblante del diario cambia cada vez que el superficialismo de la lozanía me perturba tanto la mente que me es inverosímil poderles prestar la atención que no se merecen.


Básicamente, cada hoja del diario cambia cada vez que el aburrimiento me atrapa. Es entonces cuando todo mi contorno se vuelve turbio y me cuesta asomarme para curiosear en el vacío del pensamiento crítico del entonces perímetro que me circunvala.


Esta fue mi primera actividad, despúes de leer las instrucciones y poner mi nombre en la página inaugural. Recién salia del curso de Historia de Puerto Rico, cuando me paré en “la fuente” (Plazoleta en el centro de la universidad, donde se reunen los alumnos cuando no se están instruyendo.), puse el diario en el suelo y proseguí sin temor alguno. ¿Miradas pasmadas?


Nada como un buen café luego de una exquisita comida hecha en casa.


Biblioteca. Bibliotecaria que nos sermonea porque supuestamente ocasionamos tumulto en un lugar de estudio, pero en mi pensamiento solo estamos expresando unos ideales en desarrollo. ¿Qué tal si nos brindan un espacio de desahogo donde, definitivamente, no exita mente deportiva por ningún lado?


La miro y todo se pone en calma, así como un buen día de verano que la luna brilla aúnque sean las doce del mediodía. Cuando sabes que es un agraciado día porque el cielo nos ofrece toda una paleta de colores, tanto así que solo me dan ganas de estirar el “eyedropper tool” de “photoshop” y quedarme con uno de ellos, tan solo uno para mirarlo una y otra vez y recordar de dónde vengo y darme fuerzas para seguir a dónde voy.


Creo que ninguna historia tengo de esta página en específico. Lo único que me siento en obligación de comentar es que luego de la pintura decidí, junto con mi hermano, dispararle al blanco con un rifle de perdigones (Sí, casi traspasa el diario completo. ¿Acaso no se trata de destruirlo?) Esto último es buen ejercicio para la rabia que conservas, tragas y nunca escapa de tu sistema digestivo. ¿Digestivo?


En ciertas ocasiones es bueno sentir que todo gira, en forma circular, a tu alrededor. Conveniencia.


Where the wild things are. Legendaria película, fantástica música, buena pedagogía.


Todos somos “brothers” en la sociedad actual, siempre y cuando permanezcas de frente a esa persona, no quiero imaginar lo que pueda pasar cuando des la vuelta porque me quita las fuerzas y hace sentirme minúsculo entre tanta mierda. Para el lector que no está al tanto “bristol” es igual a “brother”.


(...)


Una linea infinita. Así como tu camino en la tierra, cada día tiene algo discrepante. Tantos sentimientos encontrados en tan solo veinticuatro horas, desprecio y amor, amor y sosiego. Llegas con el amor al sosiego, pero tan apacible que se te viene abajo lo demás y aún continuas aplacado. Te suaviza internamente.


Acabo de tomar una siesta con el diario en mi cara porque no aguantaba más. Fué en el salón de teatro, pues no habia llegado nadie. Me acosté en el pupitre, los brazos cruzados y la cabeza sostenida en ellos, ahi dormí. Creo que hasta tuve sueños, aunque todo pasó tan rápido. Vibró el celular y era un mensaje de texto que decía: “¿Dónde tu estás?” ¡Ugh! Me despierto. Como quiera tenia que hacerlo porque ya tres personas habían llegado y me da miedo que me vean durmiendo y que saliva salga de mi boca.

P.D.: Buscando sinónimos para quiero me encontré con lo siguiente: desear, ansiar, anhelar, apetecer, aspirar, ambicionar, pretender, amar, estimar, adorar, venerar, reverenciar, enamorarse, prendarse, afecto, estimación, cariño…[amor].